sábado, octubre 06, 2007

Hacia los Senderos de la Oscuridad Vol. 1

No fue falta de voluntad... fue exceso de tentación.... he regresado oficialmente al cigarro.
En lo que instauran legislaciones anti-tabaco, aprovecharé cada espacio, cada noche sumergida en el "bajo mundo" o en cuanto lugar de oscuro encanto cruce en mi camino...

Después.. después ya será otra cosa.

Mientras tanto, disfruto del sonido de la soledad... Es maravilloso poder encontrar ese instante de la vida en la que no requieres más que tu sola presencia para alcanzar un nirvana único... He visto deambulando muchas almas, cuyas esencias no se sienten infinitas si no tienen un forzado complemento. Pero finalmente, en sabias palabras de uno de mis amigos, a esta vida se viene solo, y se va uno solo... y si no sabes saborear las delicias de la auto compañía, estás jodido...

Y es que seamos realistas ¿cómo acaso quieres estar satisfecho con lo que te ofrecen los demás, si no puedes siquiera estar satisfecho contigo mismo? ¿Cómo quieres encontrar algo en la demás gente, cuando ese "algo"primero tiene que venir de tu ser interno?

Desgraciadamente, esto no es más que un resultado de la cultura en la que hemos crecido. Un ejemplo vive entre líneas de este blog, cuando "los cuentos de príncipes encantadores" son tomados al pie de la letra. Y peor aún es, cuando ese papel se convierte en el estandarte de vida de muchos para lograr una "felicidad" incierta.

Por eso, adoro el sabor de la soledad. Sin contratiempos. Sin efectos secundarios. Y aunque pocos son los amigos que tienen esas chingonas fases de desaparición voluntaria, quienes permanecen aprecian la esencia misma de quien soy y hacia dónde me dirijo.

Regreso a la soledad, en esta intensa noche.
Oscuros y felices encuentros....

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