Dark Awakening
Cincuenta y siete anocheceres se han aparecido frente a mis ojos desde la última vez...
Aunque tiempo existió durante este periodo, las palabras debieron descansar por un tiempo.... Estaban dormidas entre un espacio donde convergen los momentos decisivos...
Quizá es tiempo de regresar, de volver a sentir la fuerza y el dulce placer del teclado entre los dedos.
De jugar a la lírica y corromper con caprichosos verbos a los tímidos adjetivos.
De vulnerar conjunciones con pronombres que tienden a meterse sin invitación entre los pliegues de alguna coqueta consonante...
De experimentar el extasis que viene después de un lujurioso encuentro con las letras.
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