domingo, agosto 03, 2008

Crónicas Gitanas Parte VII

VII

Se ha acabado el néctar que fluía por tus labios,
se ha colapsado el infinito con la luna de tus abrazos,
se ha terminado la función de este viaje tremebundo
no ha de seguir a tu cuerpo, con esas alas de gris infortunio...


Y bajo el manto de la aurora,
me cobijo entre tus piernas
me marchitas las heridas,
me fomentas la amargura...

Sí, sé que duele,
sin embargo, soportar debo,
porque el precio de este halo
se cobra en espacio magistral de mil pedazos...

Oh, mi azul extasiado,
con el dolor respiro humo por la boca
se acompleja tu rostro,
se cohiben los ojos,
sangra un trozo de infinito
mientras muere la gaviota entre los murmullos..

Duele, sí, como una ráfaga de estrellas
me punza ese sentimiento que yace entre la pasión...

Y lo acepto,
porque se eriza la piel con látigos de hielo
se muere el ocaso entre el estomago y mi cielo,
nada me cimbra como en antaño,
mientras que en mi mente se reflejan las heridas de sal.

Escucha mi mirada y lo grita mi silencio,
el frío calor que emana de mi cuerpo
se corrompe con la diáfana esfera de tribales contradicciones...

Y me callo, como un eclipse traicionero,
para fingir tributos al infinito espacio
para culpar al espacio de mi infinito miedo...

CRÓNICAS GITANAS.®
2000

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