Barriendo pensamientos...
Ayer, por circunstancias curiosas tuve oportunidad de conocer a una Suma Sacerdotisa...
Había oído hablar de ella porque es amiga de un par de compañeros de trabajo, quienes son de los pocos que saben que soy wiccan desde hace un par de años, pero que además comprenden y entienden lo que es ser hija de la Diosa.
Uno de ellos quiso que ambas nos conociéramos. La verdad no puedo negar que me puse nerviosa, porque conocer a alguien que desde hace tantos años ha dedicado su vida a seguir este mágico camino, me intimaba un poco. Sí, soy practicante... practicante solitaria... situación que ha retrasado en ocasiones el camino de mi aprendizaje, pero que al mismo tiempo me ha dado la facilidad de concentrarme en mi sendero a mi ritmo.
En mi familia no he podido salir completamente del clóset de las escobas, lo cual a veces me ha puesto en disyuntivas complejas de índole religioso. Hace un par de meses, ante la tragedia que rodeó mi universo, tuve que adecuarme a lo que habían sido mis "antiguas" creencias para hornar la memoria de alguien que amababa infinitamente. No quise entrar en polémica con el resto de mis familiares, por lo que seguí rituales que ya no siento propios, mientras que en mis momentos de soledad logré invocar la fortaleza que sólo la Diosa puede darme para poder comprender lo que es la muerte de alguien que formó parte de tu ser por tantos años.
No puedo negar que me averguenza por instantes no poder llevar mi vida como wiccan con mayor libertad como quisiera. A veces me resulta frustrante. Sin embargo, sé que mi alma hace su mayor esfuerzo por seguir la misión que en esta vida la Diosa ha preparado para mí. Estoy tratando de cambiar mi alimentación también. Para honrar a las criaturas de esta hermosa tierra. Estoy reforzando mi espíritu con meditación y yoga. Estoy nuevamente en un renacimiento. El cual está siendo casi en paralelo con los festejos de nuestro Año Nuevo, Samhain. Sé que esto no es una coincidencia, sino parte de mi propio crecimiento. Así como lo fue ayer conocer a esa Suma Sacerdotisa.
Uno de mis amigos que me preguntó que qué había sentido al conocerla. La respuesta... en el momento que me abrazó desapareció el nerviosismo y sentí mucha paz. Esa paz que sólo entre brujas se puede experimentar. Es un ser de mucha luz, mucha alegría y sobre todo, mucho orgullo. Me dio su tarjeta para contactarla. Me platicó brevemente de donde celebrará el Año Nuevo. Y finalmente, me di cuenta que tengo muchas cosas por seguir aprendiendo y cambiando. Ella se apareció en mi destino por algo.
Sí. Aún tengo que cultivar más luz en mi espíritu y continuar mi misión.
No es fácil desde el clóset, pero tampoco es imposible....