sábado, julio 19, 2008

Reflexión tras la mirada en un espejo...

Simplemente, a veces no entiendo la naturaleza humana.
Esa realidad en la que a veces la evolución en una sociedad convierte al Homo Sapiens en una criatura irracional, que ha perdido esa esencia y comunión consigo mismo así como sus semejantes.

No, no trato de ser una crítica egoista de mi propia especie, ni mucho menos una idealista involuntaria. Sólo que en estas últimas semanas me he encontrado con lo peor de la naturaleza humana, directa o indirectamente. No he podido encontrar respuestas de cómo hay quienes puede descansar tranquilos tras robar, matar, violar o simplemente agredir a sus semejantes por el simple hecho de pensar que tienen más poder.

Enternece aún encontrar pequeñas niñas de ojos azules que en su inocencia se escabullen en tu mesa mientras devoras unas alitas de pollo tan sólo porque les agradaste, o un pequeño chiquillo que sin siquiera conocerte, se despide de ti y te desea una buena comida mientras aún recuerda el sabor de las papas fritas que compartió con su familia. Es ahí cuándo me pregunto en qué momento esas criaturas inmaculadas pueden transformarse en seres violentos, egoistas o a los que nos les importa dañar a los demás.

Yo misma me asusto, de cómo este virus individualista puede fluir por la sangre y lograr que el corazón de acelere en una ráfaga de violencia involuntaria en la que la supervivencia regresa a su estado reptil. Las emociones se agolpan en la inexistencia. No hay razón, tan sólo agresión y el deseo por inclusive cobrar venganza.

Y entre el existencialismo y mi propia religión puede existir una lucha encarnecida, porque es menester entrar en comunión con la esencia de la vida misma y de la naturaleza, antes de permitir que el instinto domine sobre la razón.

¿Por qué, cómo especie, los humanos nos hemos convertido en algo más que bestias?

martes, julio 15, 2008

Life's Post it...

Debo dejarle todo al karma...
debo dejarle todo al karma...
debo dejarle todo al karma...
debo dejarle todo al karma...
debo dejarle todo al karma...
debo dejarle todo al karma...
debo dejarle todo al karma...

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domingo, julio 13, 2008

Crónicas Gitanas Parte V

V

Se fusionaron las almas,
se corrompieron los cuerpos
mientras que, un diáfano decoro de pulcritud malsana
discriminó a la luciernaga que pendía del entrepaño

Un millar de caricias lunares
en un frágil recuerdo de gritos mundanos
que emergían en el momento que el sol se eclipsaba
entre tus manos...

Hechizaste, sí, hechizaste,
con esa pócima
que emana de tus labios,
y que mantuvo en extasis al tiempo
cuando penetró a la luna
con un alfiler de meteoritos
que se colapsaron con los sueños.

Sangre mundana de caudaloso brío
tu pretencioso emblema de pasión me ha conmovido,
porque me encuentro entre las venas que te matan
y te fomento el frívolo martirio.

Te has enredado entre ilusiones materiales,
has entregado tu cuerpo a los sombras angustiantes,
hoy,tomaste una rosa entre los cristales de tus manos,
y sembraste miedo en el fruto de mis labios...

La luz me ataca con cuchillos pretenciosos,
los muslos queman con incrustantes agonías,
el pecho cimbra,
la luna gime,
la ventana se ha calcinado
mientras el cuervo me entrega el pergamino de la muerte.

CRÓNICAS GITANAS.®
2000

Crónicas Gitanas Parte IV

IV

Escuché en el paradigma abstracto,
como un karma celestial vestía tu manto,
mientras que en silencio tu coherencia se vertían
en una copa de luz que ambos bebían..

Busqué en silencio tu yugular decoro
cuando me encontré un lunático escombro,
-matriculado en vaivenes de sonrisas-:
probablemente se burlaba de tu dicha...

En cuanto a tu virginal fragmento
temo decir que lo oculte en el firmamento,
porque el deseo de la sangre cala,
cuando en silencio quien te ayuda, te ama.

Si acaso el amante profano
danza entre calderos de fuego
y su soledad de tiempo mundano
caza vírgenes de martirio sincero;
por que desde el saber de lo pagano
¿quién desde la carne brota en ráfagas de hiel y ruego,
tiene que sangrar entre las piernas de otro dueño?

Desde el balcón del placer prohibido,
se ciñen despacio los látigos de luz
porque en el lánguido misterio de tus muslos,
se pierden mis ideas y todo cuanto me diste tú.

Amanece con un azul místico
y son las velas en paraiso catastrófico
porque se marchan las caricias al compás de los caprichos
porque se marchan mis reproches al compás de la verdad.

Somos emblemas del pecado, sumergidos en el infierno de nuestro engaño somos antagonistas prohibidos cambiando el destino con nuestros labios...

CRÓNICAS GITANAS.®
2000