Una gota de vida...
Al llegar a mis dieciocho, y en ocasión de un viaje a México (eran mis épocas lejos de casa) acudí al Centro Nacional de Transfusión Sanguínea. Tuve mala suerte en aquel intento. Pesaba menos de 50 kilos así que me rechazaron de inmediato. Fue frustrante. Sin embargo, sabía que tarde o temprano podía volver a intentarlo.
Y así lo hice. Pero ahí fue cuando descubrí lo que para mí fue una triste realidad. Varios años despúes, a mi regreso a México y en mi etapa universitaria, hubo necesidad de acudir a hacer donación voluntaria para la tía de una compañera. Fui de las primeras que se ofreció. Fui, la que de aquel grupo logró pasar los "filtros" de donación. Pero al momento en la que el médico comenzó a buscar en qué brazo pincharme, tan sólo dijo "no, no puedes donar..." "¿Pero por qué?" exclamé sorprendida. "Tienes las venas demasiado delgadas, no sirves"...
Fue un golpe de realidad. Aunque parezca exagerado. Algo que tenía propuesto cumplir, como un deber hacia mi misma, nunca podía ser logrado. Mi constitución física me impide ser donadora, por el simple detalle de que mis venas son tan frágiles que hasta se han reventado tras varias horas de canalización (cuestión que he descubierto en mis dos ingresos al hospital). Fue frustrante en un principio, pero ante todo busqué una alternativa. Por eso decidí escribir este post.
Hoy 14 de junio se celebra el Día Mundial del Donante de Sangre. Un homenaje a aquellas personas que deciden tomar un par de segundos de su tiempo para extender la vida de quien en un momento de necesidad, requiere de este líquido de alcalina consistencia.
Aun sigo tratando de entender porque allá afuera hay quienes puede ser donantes y se rehusan siquiera a intentarlo. El año pasado, durante un tiempo de visita hospitalaria, coincidí con el banco de sangre y me asustó el ver que tan sólo un tipo había en existencia. Y en baja cantidad.
Hay restricciones. Sí. Por seguridad de todos. Pero eso no es pretexto. Quizá tú, quien lees estas líneas, eres un candidato perfecto. Pero la apatía te ha impedido compartir algo tan valioso con los demás.
Yo lo he querido hacer. Pero no puedo. De tener la oportunidad, sería donadora por lo menos una vez al año. Lo único que pido es que hagan un mínimo intento.
Esa gota de vida, quizá pueda ser para ti.
Para más información:
http://www.cnts.salud.gob.mx/index.php
http://www.who.int/worldblooddonorday/en/index.html