jueves, abril 26, 2007

Entre la realidad y el ser humano....

Que extraña es la naturaleza humana.
A veces simplemente observo. Manejo un bajo perfil. Guardo silencio.
En otras ocasiones, quizá por circunstancia, me encuentro en el camino con respuestas y múltiples cuestionamientos a esa compleja conducta de quienes dicen poseer razonamiento, pero que sencillamente contradicen su discurso con extrañas paradojas.
Me da tristeza ver ese sendero en el que bifurcan quienes se pierden en su propia naturaleza, y que entre sus estupidos conflictos arrastran hacia el pantano a criaturas de luz...
Pero ya no me siento a llorar ese dolor ajeno.
No.
Aunque sea triste vislumbrar como hay quien se revuelca en el estiercol, le dejo entre los mensajes de mi ser hacia el suyo, un pergamino con 4 sencillas palabras
"Aprende a ser feliz"...
Ya depende de cada quien si comprenden el texto, o si se convierte en el requiem de su destino. Al fin y al cabo, todo esto es libre albedrío.
Y conste, no es un discurso de optimismo barato.
Es simplemente la razón de la vida misma
O qué ¿Tú crees haber nacido para autocompadecerte el resto de tus días?

lunes, abril 23, 2007

Charlas entre silencioso pensamiento

Tengo una fascinación por convivir con mi soledad. Ya saben, el simplmente andar por un par de horas conviviendo conmigo misma. Entrar a una libreria y hojear un par de novelas o revistas, escurrirme entre los aparadores de una tienda de ropa o simplemente, sentarme en la barra de un restaurante, pedir algo de comer y analizar las circunstancias, el entorno, el bullicioso silencio de platos, murmullos y choques de alguna que otra copa; pero sobre todo, convivir unos instantes con mi más pura esencia.
Hay un lugar donde ya me ubican. Y no me apena decir que hasta disfruto estar ahí, en ese banquillo, mirando por ratos la tele programada en canales deportivos o encender un cigarro mientras me pierdo en mis meditaciones; la verdad a veces cuando necesito reflexionar, superar corajes o tristezas, primero pienso en que debo hacer las pases conmigo misma y para eso, tengo que compartir con mi amiga la soledad. Hasta circunstancialmente, justo me siento en una zona, donde el celular, se vuelve una sombra más, que callado espera regresar al ensordecedor paraje de la cotidianeidad.
Y me ha funcionado. Es tan rico ser esencia, tiempo y realidad. Aprender a lidiar con tu vida y simplemente entregarte a los pensamientos...
Ya sé, son rarezas.... Pero ¿no son acaso estos toques de extrañeza los que te permiten mirar el horizonte, con una visión de profundo carisma?