domingo, mayo 25, 2008

Reversiones

Me he quedado en silencio varios días. Lo sé.
Y aún en este instante, mientras estoy sentada frente a la laptop no puedo evitar querer que las palabras dancen en un eterno movimiento de rítmico teclado. Pero las letras todavía no están organizadas. Entre el calor de la entrada del verano y las contradicciones del tiempo, no he encontrado un fluído instante de versos encontrados.
No sé si acaso sea, un lapso de profana incomprensión o un bloqueo de emociones estancadas, porque aunque existan historias, temáticas y hasta motivos, no hay una violenta cascada de textos, que deseen habitar este espacio.
No quería dejar impío este fragmento, porque una parte de mí, añoraba comprender dónde estaba el origen de este vacío.
Quise responsabilizar a la melancolía, pero en ocasiones es aquella amante de azulado entorno, quien ha sido la cómplice perpetua de las líricas más perfectas. No, hay quizá otro motivo. Y en vez de someterme al insomnio, dejaré que la melódica voz de la libertad, permita que este espacio recupera la fuerza de sus textos.

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