sábado, agosto 09, 2008

Pequeña distracción...


Confieso que he regresado a una adicción....
Una que a veces es desesperante, pero que al mismo tiempo permite distraer mis sentidos y fomentar el análisis. Hoy, durante una salida que comenzó desde tempranas horas, en el camino encontré mi nueva adquisición con una imagen que siempre me ha provocado fascinación: Betty Boop. 500 piezas. Tamaño promedio. Grado de complejidad medio, debido a que sólo maneja rojo, blanco y negro en sus acabados. Justo cuando iba a decidir que no era una buena adquisición, debido a los problemas de espacio a los que me enfrento en la actualidad, también encuentro un "sistema posicionador del guardado del rompecabezas armado o sin armar" el cual compré presurosa...
Y pues heme aquí. Descifro espacios en blanco. Coloco fragmentos de esencia y me emociono, como parece ser hacia mucho no lo hacía. Me he distraido. Que es lo más importante y espero esta pequeña belleza terminarla a la brevedad, y no dejarla en el olvido como alguna vez se quedó aquel precioso cuadro de Kandinsky. Sí, me puedo desesperar, pero algo que descubrí que necesitaba en mi totalidad, era distraerme en algo totalmente ajeno a lo que ya estaba siendo costumbre y parece ser, que por fin, logré que el estrés disminuyera. Parafraseando a un amigo, vivir en estrés mata, y sí, yo necesito enfocarme en distracciones sumamente burdas para que mi mente por fin logre descansar aunque sea de esta manera... Lo necesito.

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