De verdades a medias y mentiras caprichosas...
Sé que a veces soy intolerante.
Es un grave defecto que tengo y que debo trabajar. Ante todo soy un ser de luz y como tal debo aceptar a las criaturas de la Diosa. Sin embargo, no puedo evitar protestar cuando me topo como entidades cuya propia intolerancia, soberbia, hipocresía e ignorancia se manifiesta, lo cual provoca una crisis en mi ser.
Trato de ser paciente -y en ocasiones mi propósito es alcanzado- sin embargo hace poco más de un mes, mi paciencia decidió irse de vacaciones -y la muy ingrata no sabe para cuando volver- por lo que ante los últimos momentos de "enfrentamiento" he visto derrumbarse mis sentidos a una velocidad catastrófica. Eso sí, aún he logrado controlar al monstruo del comentario incisivo -ese que cuando uno estalla hace las críticas más ácidas y más crueles- pero me preocupa que en una de esas, escape sin control y sálvese quién pueda...
Todo esto viene, porque últimamente me he topado con ambientes hostiles, donde me encabrita de sobremanera que quieran imponerte SU voluntad y que traten de provocarte cuando de plano ven que no jalas con un "grupo" determinado. Simplemente, no es lo mío. Yo sé quiénes son mis amigos y más aún quienes son hermanos de luz -esos que entienden muy bien QUIEN SOY sin tener que dar explicaciones, que respetan las dualidades y sobre todo que no cuestionan las decisiones-.
Por otra parte, la Diosa puso en mi camino, herramientas para develar una red de hipocresía, encabezada por una entidad cuya falta de autoestima y exceso de inseguridad provocó un desequilibrio en el entorno. Afortunadamente su cúmulo de mentiras y difamaciones son producto de su desquiciamiento, situación que muchos conocen -principalmente quienes toman decisiones- por lo que, aunque piensa que tiene el control y el poder, sus comentarios son tomados como los de una persona desequilibrada. Puedo decir que estoy en paz, mi conciencia está tranquila. Simplemente, me frustra ver, como aún la maldad prevalece. Pero gracias a que la luz está de mi lado, la verdad me protege.
Es más por esto último, que debo seguir trabajando mi defecto de intolerancia. Porqué se que en esencia, soy más inteligente que la soberbia, la hipocrecía y la ignorancia.
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