jueves, febrero 09, 2006

Crónicas de la Hermana Salmonella



Debajo de aquellos ricos tacos de canasta, o quizá escondida entre ese suculento plato de mariscos; ahí, donde el sabor disfraza cualquier extraño objeto. Ahí, justo entre la salsa o el aderezo, la Hermana Salmonella acecha para compartir un "agradable" rato contigo.
Y vaya que si lo compartió conmigo.
De qué manera. En serio.
Es curioso como pierdes los antojos, el gusto por cualquier comida o aroma y simplemente sientes que en tu estomago hay una representación de la última cruzada y lo peor es que ni siquiera te avisaron.
Conforme la debilidad avanza, se hace tedioso hasta apachurrar el botón de power en tu control remoto. Y finalmente, la Guerrera Ciproxina tiene que entrar en acción contra los osados embates de la Hermana Salmonella. Golpes. Gritos. Tregua de paz y finalmente la victoria de mi aparato digestivo.
Así que mientras todo vuelve a la calma, la Hermana Salmonella tiene una dieta preparada para mí, la cual excluye todo lo que se me antoja en este instante: tacos al pastor, una michelada con harto limón y un pozole con su lechuguita... ok creo que ya estoy mejor... tengo hambre, mucha... A darle al atolito y al arroz al vapor... for a while....

2 comentarios:

lanochegira dijo...

Hace màs de un año me paso algo similar, solo que fui a parar al hospital por mis "antojitos" jejee. me hizieron unos estudios con nombre extraño y luego sufri una dieta de todo tipo de antojitos incluyendose mi delirio por los tacos al pastor durante 4 largos meses de abstinencia :S realmente fue un momento dificil en mi vida :(

saludos!

Dawn A.G. BlackRaven dijo...

Ouch ¿¿¿4 meses sin tacos al pastor??? Ok prometo seguir todas las recomendaciones médicas, porque ese delicioso manjar no lo puedo sacar tanto tiempo de mi vida... Lo juro!
Jajajaja..
Saludos, y gracias por el post