domingo, julio 13, 2008

Crónicas Gitanas Parte IV

IV

Escuché en el paradigma abstracto,
como un karma celestial vestía tu manto,
mientras que en silencio tu coherencia se vertían
en una copa de luz que ambos bebían..

Busqué en silencio tu yugular decoro
cuando me encontré un lunático escombro,
-matriculado en vaivenes de sonrisas-:
probablemente se burlaba de tu dicha...

En cuanto a tu virginal fragmento
temo decir que lo oculte en el firmamento,
porque el deseo de la sangre cala,
cuando en silencio quien te ayuda, te ama.

Si acaso el amante profano
danza entre calderos de fuego
y su soledad de tiempo mundano
caza vírgenes de martirio sincero;
por que desde el saber de lo pagano
¿quién desde la carne brota en ráfagas de hiel y ruego,
tiene que sangrar entre las piernas de otro dueño?

Desde el balcón del placer prohibido,
se ciñen despacio los látigos de luz
porque en el lánguido misterio de tus muslos,
se pierden mis ideas y todo cuanto me diste tú.

Amanece con un azul místico
y son las velas en paraiso catastrófico
porque se marchan las caricias al compás de los caprichos
porque se marchan mis reproches al compás de la verdad.

Somos emblemas del pecado, sumergidos en el infierno de nuestro engaño somos antagonistas prohibidos cambiando el destino con nuestros labios...

CRÓNICAS GITANAS.®
2000

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