domingo, agosto 31, 2008

Ilumina mi libertad: Desde la narrativa en una crónica parte 2


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Estoy sumergida entre las coberturas del Reforma, El Universal, Excelsior y El Centro.

Mi sofá-cama es un universo de letras y suplementos especiales. Todos comparten una imagen en común.
Evoco en la memoria, mientras bajo mi lengua de diluyen, cinco glóbulos de árnica.

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Poco falta para llegar a la glorieta de La Palma. Atrás se ha quedado la figura del Ángel quien comienza a ser testigo de una marcha única. Los helicópteros de varios medios inician cobertura. Son compañía constante en el recorrido, aún con ese cielo nublado que por momentos se torna amenazante, pero que en otros sonríe con un par de rayos de sol. A lo lejos alcanzo a distinguir como una parte del contingente exige la salida de alguien que estaba presente en la manifestación..."Fuera, fuera" a todo pulmón, contra la presencia de quien después me enteraría que era Manuel Mondragón.

A un lado mío, desfilan varios globos e impermeables con el nombre de "Hugo Wallace". Una de las víctimas más recordadas y por la que más se ha clamado justicia. Flores, bandanas, pañoletas blancas y hasta banderas de México. Los ambulantes prosiguen con su vendimia. Chicles, cigarros, jugos de 3 por 10 pesos. Playeras con el logotipo de Iluminemos México o de México Unido contra la Delicuencia. Hasta una señora que habilmente, con todo y escaparate de rosarios se escapó de su iglesia para vender veladoras, ante la gran oportunidad de compra.

Sobre la banqueta de Reforma, una cabina de You Tube. Un par de chicas emo juguetean entre sí. Algunos curiosos, entre ellos extranjeros, no pierden detalle y graban o fotografían con celulares los momentos de este hecho sin precedentes. Muchas cámaras. Profesionales y caseras. Reporteros gráficos, camarógrafos, micrófonos con el logotipo de televisoras, radios y medios varios. Unos ubicados en módulos especiales, estratégicamente colocados en lo alto para captar los mejores momentos. Otros al lado de la marcha, para captar impresiones. Ante su presencia, no faltan aquellos que hacen lo posible por salir a cuadro.

Otros caminan en compañía de sus mascotas. Letreros y playeras blancas complemente la presencia de los caninos amigos. Un schnauzer pimienta ya se nota inquieto. Pobre. Parece ser que está acostumbrado a estos tumultos. Un poodle por el contrario, camina radiante al lado de sus dueños. Sobre su lomo porta una cartulina con una leyenda en la que reclama justicia ya que su familia ha sido víctima de la delincuencia.

Algunos se detienen a a esperar a familiares y amigos. Miro enfrente mío como una chiquilla de no más allá de ocho años se ha convertido en la modelo más querida de las lentes. Cada vez que se acercan a ella, levanta orgullosa una bandera en la clama paz, justicia y seguridad. Probablemente, el día de hoy su mamá compró cuantos periódicos existen en la capital, con la esperanza de ver a su pequeña inmortalizada en la historia.

Una breve llovizna empieza a resurgir. Pero al mismo tiempo, el viento emerge de la nada. Aleja las nubes. Los Dioses tienen clemencia de los manifestantes.

Caramba. Cómo se me antoja un cigarro.

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